martes, 3 de mayo de 2011

Meditación Dinámica en Suspensión (Slackline).

Meditación Dinámica en Suspensión (Slackline).
UN PASO DELANTE DE OTRO






La meditación dinámica en suspensión (MDS), es una práctica que puede insertarse dentro de esas tendencias nuevas, poco difundidas y aún no entendidas. Se nutre del slacklining y del Kin Hin (meditación Budista caminando) y consiste en estar conscientemente en el presente, mientras se camina por una cuerda floja.

MDS va directo a la mente, induce rápidamente a la concentración y a la meditación e integra, de manera armónica, cuerpo mente, respiración. MDS conduce a la cese del pensamiento involuntario y constante, “el loro”, y permite que un estado de vacío mental que, muchas veces, se ha dicho solo se podría alcanzar con las técnicas de meditación tradicionales.

Cada paso es en sí el principio y el final de nuestro camino. En la instantaneidad del aquí y ahora, los conceptos de cerca o lejos, deprisa y despacio, desaparecen. Aunque esto sea así, debemos armonizar nuestro movimiento y nuestra respiración con los demás practicantes. No debemos rezagarnos ni apresurarnos" (Villalba, 1987: 69).

Correlación anatómica de la meditación a largo plazo: mayor volumen de materia gris, en hipocampo y lóbulo frontal
“Se ha estudiado la relación meditación – mejoras psicológicas y fisiológicas en el bienestar. La práctica de la meditación ha demostrado mejoras, no solo a nivel de funcionamiento cognitivo, sino también a nivel de actividad cerebral.  Sin embargo, conocemos poco acerca de su relación con las estructuras cerebrales. Nos propusimos estudiar los correlatos anatómicos de la meditación.
Resultados:
  • Se detectan mayores volúmenes de materia gris en los meditadores,  en la corteza orbito frontal (así como en el tálamo derecho y su circunvolución temporal inferior izquierda).
  • Además, los meditadores mostraron significativamente mayores volúmenes de funcionamiento en el hipocampo derecho.
  • El control emocional se ve facilitado.
  • Estos hallazgos, son independientes, del tipo de meditación que se emplee.
Por lo tanto, variaciones en estas regiones podrían explicar las singulares habilidades y hábitos para cultivar emociones positivas, mantener la estabilidad emocional, y participar en el comportamiento consciente, que muestran los meditadores. Además, sugieren que estas alteraciones regionales en las estructuras cerebrales constituyen parte de las  correlaciones neurológicas, siendo, independientes del estilo y practica concreta de cada tipo de meditación. Futuros análisis longitudinales son necesarios para establecer la presencia y la dirección de una relación de causalidad entre la práctica de meditación y la anatomía del cerebro.”
Podemos concluir, citando a Prieto (2007), “que suele haber un antes y un después entre aquellos psicólogos y psicólogas que se sientan a meditar y descubren o rechazan unas órbitas sorprendentes en la psique humana”, aunque eso mismo puede generalizarse a cualquier persona que se decida a practicar la meditación, en cualquiera de sus vertientes, siempre que dicha práctica se realice correctamente y con constancia, no puede pretenderse sufrir ese cambio en una sola sesión de meditación, sobre todo teniendo en cuenta que los cambios, según hemos podido ver, no son sólo emocionales y cognitivos, sino también en las estructuras cerebrales.

Uno de los aspectos positivos que las terapias de tercera generación nos traen es cuestionar el esfuerzo por luchar contra el malestar: reduzca el estrés, la ansiedad, la infelicidad, el dolor, etc. El estrés, la ansiedad, el miedo, etc., tienen un valor adaptativo. Debe atenderse a él. La mera huida es inadecuada, y las más de las veces sólo contribuye a aumentar el malestar y el miedo.

La llave de todas estas técnicas es la respiración. Centramos toda nuestra atención en una respiración cada vez más relajada, hasta que ésta entra en una zona intermedia entre lo mental y lo físico, la frontera donde uno y otro se originan mutuamente. En esta zona, la profunda relajación física desdibuja los límites del cuerpo, ya no es posible afirmar dónde acaba éste y dónde empieza el resto del mundo.

SOBRE LA LINEA

Para estar sobre la línea es preciso tener en cuenta los 4 puntos siguientes:

  1. Focalizar la respiración
 Una respiración calmada, profunda, fluida tiende a calmar la mente, a liberar tensiones. Una exhalación  prolongada producirá una disminución apreciable en el zigzagueo de la línea porque no estaremos trasladando tensión a ésta ya que nos mantendremos relajados.
  1. La importancia del cuerpo
Comience explorando su cuerpo para ubicar cualquier área de tensión que pueda hallarse en el mismo.
Los lugares más comunes donde estos puntos se alojan, son el cuello y los hombros, el área del plexo, el abdomen, en la espalda, y en las piernas. Intente respirar profundamente, y sentir que áreas se sensibilizan más, para encontrar la tensión que se encuentra en esos puntos.
Luego, tenga en cuenta su postura. Camine de una forma que sea cómoda para usted, pero no floja. Lo ideal, sería que su cuerpo tenga una combinación de relajación y entereza, tanto como le sea posible. Entonces, haga lo qué suele hacer naturalmente, es decir poner un pie delante del otro, ajustándose, adaptándose a los vaivenes de la línea

MEDITACION DINAMICA EN SUSPENSION
SINTESIS
En síntesis, mientras esté en la línea esté atento a:
  • La respiración; adopte una respiración yóguica, calmada, profunda. Practique una exhalación prolongada. Mientras más calmada sea su respiración la línea vibrará menos. La respiración es la llave que abre las puertas.
  • A su cuerpo, relájese, trate de estar atento y a cada parte de el, a cada músculo, a como se comporta su cuerpo ante la demanda de balance, a donde está acumulando tensión, a donde debe poner tensión. Relajado pero alerta .Esté atento al balance, concéntrese, fluya con la línea, no luche contra ella. Adáptese.
  • A su mente, déjela fluir, déjela vaciarse, permítase llegar a ese estado de vacío, manténgase en el presente en su totalidad. Deje que su concentración se incremente, que se prolongue para así entrar en meditación. Si su respiración es la correcta su mente estará más calmada.
·        Las Dos formas de mirar. La primera es fijar la mirada al final de la línea  o fijarla en un punto la frente de nosotros (aprovechando el árbol donde se ancla la línea). La segunda es la mirada paralela, no fijar la mirada en nada sino ampliar el ángulo visual, mirar todo lo que se tenga delante en un ángulo de 180°.



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