lunes, 28 de mayo de 2012

Una Vía Para Mejorar Nuestra Escalada en Roca.




La parte mental en la escalada es de capital importancia. Podemos tener la técnica, la condición física pero sin una adecuada preparación mental, todo esto deja de tener el efecto deseado.

Muchas son las propuestas que existen y que persiguen a mejora del aspecto mental y paso a proponer una, nacida del ambiente de escaladores y poco entendida.

El slacklining o cuerda floja, es una actividad que, a simple vista, actúa sobre el balance. Siendo que durante las sesiones de slackline trabajamos el sistema propioceptivo, ciertamente el balance se ve muy positivamente afectado por la práctica de esta actividad.

¿Por qué funciona en realidad el slacklining?, por la atención y la técnica respiratoria que debemos emplear. Sin estos dos elementos, es decir, sin una adecuada atención a lo que hacemos, sin una adecuada técnica respiratoria, no es posible mantenernos sobre la línea. Acá el primer elemento: sobre la roca debemos estar atentos a lo que la ruta (sea deportiva, clásica o bouldering) nos propone para poder implementar los movimientos que nos permitan progresar sobre la roca con la mayor eficiencia posible y el menor desgaste.

La capacidad de estar relajados, de estar constantemente adaptándonos a la línea, que por naturaleza es un elemento inestable, nos lleva a aprender como estar relajados, nos lleva a integrar mente y cuerpo y, sobre todo, nos enseña a estar en el momento presente.

Este constante adaptarse,  a nivel muscular, ecualiza la musculatura y entre algunos resultados tangibles tenemos: al respirar adecuadamente, al mantener nuestra atención, al mantener nuestra relajación, ese temblor de las piernas, producto de la falta de concentración, y que denominamos en el ambiente de la escalada como “el síndrome de la maquina de coser”, deja de molestarnos, deja de estar presente.

El slacklining, resumiendo, tiene un efecto muy poderoso a nivel mental, cosa que en la escalada nos hace falta. Y este efecto se da por el intenso trabajo que a nivel respiratorio, a nivel mental y a nivel corporal desarrollaos en tanto estamos sobre la línea.

El como usar la linea, en mi opinión, tiene dos variantes:

  1. Sobre una línea corta ( 30 pies o 9 metros) podemos desarrollar un cúmulo de ejercicios que acondicionan nuestro cuerpo o podemos trasladar el hatha yoga a la línea dado que podemos ejecutar asanas de balance sobre esta. Hacer  asanas sobre una cuerda floja es algo "extremo", lo cual obliga a mantener un estado mental de calma en un ambiente ( la línea) de stress, muy parecido a la escalada en roca
  2. Sobre una línea de mayor longitud, podemos sencillamente caminarla y enfocar nuestra atención en el acto de caminar, paso a paso, además de estar plenamente atentos al respirar, a la relajación, al accionar de cuerpo y de la mente segundo a segundo. Esta práctica se relaciona mucho con las técnicas de mindfulnees y es una práctica que podemos desarrollar tomando el tiempo como guía, es decir, podemos caminar la línea,  tratando de no caer, por  períodos de tiempo que van desde 5 minutos hasta más allá. A medida que intentamos estar más tiempo sobre la línea la fatiga hace que el estar atentos y el respirar adecuadamente sea un poco más difícil.


Aprovecha esta herramienta divertida que va directo a la mente y mejora tu desempeño sobre la roca.

Para talleres o clases grupales e individuales, contactarme por el 04167217978 o por Villegaspaez_freddy@yahoo.com

jueves, 24 de mayo de 2012

Yoga y Balance. Cabimas, Edo. Zulia


Tomé el Bus con destino a Cabimas, Estado Zulia, para realizar una actividad con el grupo Escuela Yoga. Confieso que, aunque con cierta expectativa, no esperaba tal sorpresa.

No solo fue el cálido y diligente recibimiento, el cual se extendió hasta mi partida, sino el como las participantes asumieron la actividad. Y es que no es fácil, para nada, el que se proponga llevar la práctica de la clásica y ancestral disciplina del hatha Yoga a una cuerda floja.

Fueron dos días de, en promedio, 4 horas cada uno.

Luego de una corta introducción, expuse mi propuesta: el uso de la cuerda floja, para realizar asanas o simplemente caminar, solo procura elevar el nivel de vigilia, incrementar la atención de tal manera que la persona, mientras está en la práctica, se posicione en el momento presente. Además, la línea, siendo un elemento de naturaleza inestable, saca de la zona de confort a cualquiera, exigiéndole adaptación, fluidez y el control de la respiración.

La actividad se inició como cualquier clase de yoga, solo que me enfoqué mucho en las asanas de balance para luego irnos a la cuerda.

Mi sorpresa fue que no hubo reparos, ni temores, ni dudas marcadas en los participantes.

Por el contrario, todas con la mente muy abierta se montaron en la línea para ir conociéndola.  Al ver la disposición de las personas, me dije: “todo está hecho”.

Porque la intención no es que la gente domine la línea, ni que dedique su tiempo de práctica a esta modalidad. Es, por el contrario, el mostrar que nuestra atención puede ser incrementada a niveles que nunca hemos experimentado, es mostrar que con la adecuada técnica de respiración, podemos influir en nuestra mente, es mostrar que en esos períodos de tiempo en los que estamos atentos al 100% a lo que hacemos, la mente se calma, se silencia, el loro deja de hablarnos y es entonces, cuando se comienza a entender que es la meditación y en que consiste operar en el momento presente.

Por otro lado, pude mostrarles, y así lo experimentaron por si mismas, que no se trata de fuerza sino se trata de armonizar el cuerpo y la mente. Además, el poder de la voluntad, si se desea algo se logra porque las limitaciones son una autocreación que nos castra así como nos castra el mantenernos en esas zonas de confort donde todo lo dominamos.

Esta vez, tratándose de un grupo que desarrolla ( con muy buen nivel y ética) la práctica del yoga, se usaron las asanas para llevarlas a la línea. Pero realmente no importa lo que hagas sobre ésta, ya que la atención, la técnica de respiración y la relajación  que se requiere para estar sobre la cuerda, harán de esta práctica una meditación.






















Se trata, sin más, de estar en el momento presente, segundo a segundo.
  
A continuación, dos testimonios:

  • Lila Morillo

……. “a mi me encanto disfrute mucho esta actividad y aprendí que las limitaciones se las pone uno mismo,y lo mejor es vivir el tiempo presente aquí y ahora, un abrazo”
“Hola, gracias. Fue una excelente experiencia, Aprender que no todo esta en la fuerza de nuestro cuerpo, sino la fuerza interior, que conseguimos a través de la respiración y concentración. Eso lo demostramos caminando sobre una cuerda floja. Variando así nuestras actividades del Yoga. Un saludo,……”.

  • Escuela Yoga

hola freddy, buen día mis mejores deseos de bienestar para ti.. sabes el yoga es ilimitado, su esencia es unión, evocarlo desde esa filosofía es desarrollar desde el amor su trascendencia en los practicantes, todo evoluciona, hasta el yoga, lo único que queda es no desvirtuar su origen, y mucho menos su enseñanza..cada cual puede crear estilos diferentes, enfocados en ese aprendizaje que es único, no hay asanas que no se puedan combinar con otros estilos, y considero que tu haces y entregas un estilo de yoga único, creado por ti, donde mezclas la la raíz del yoga, unión mente, cuerpo y alma, la conexión con esta tridimensión no tiene esquemas, en efecto el yoga tiene principios, valores, ética, metodologías que muchos maestros arraigados a las diferentes escuelas han dado a conocer desde su óptica, los demás hacemos conocimiento con escuela que nos guste, y si es bien cierto en el yoga ni se crítica, ni hay violencia, solo hermandad, y tu la demuestras en tu clase de yoga balance.. desde cabimas apoyamos tu estilo..

Finalmente, deseo dejar constancia de mi agradecimiento a todos(as) y cada uno de los participantes por darme la oportunidad de expresar un punto de vista sobre el meditar, dinámicamente, sobre el salirse de las zonas de confort, sobre mi visión de la espiritualidad, entendida como la armonía entre el cuerpo y la mente en el momento presente, es decir, el SER para poder Hacer. Sobre todo gracias porque siempre aprendo más de lo que puedo enseñar.

El mat es la línea

martes, 15 de mayo de 2012

CRECER VS PERECER


La  Zona de Confort es una zona (psicológica) en la que nos sentimos tranquilos, cómodos, seguros, en la que dominamos lo que estamos haciendo. Es la zona estándar de referencia para un individuo. Es el lugar donde hay la completa ausencia de los temores y ansiedades

La persona operando desde la ZC se siente segura al 100% en su capacidad de llevar a cabo una determinada actividad o tarea. 



Ciertamente, estas zonas son reales, operamos en ellas, vivimos en ellas, la pegunta es ¿Qué tan conveniente es mantenerse en esta zona?, ¿es esta zona una fuente de evolución al carecer de elementos que nos induzcan a adaptarnos, retarnos? Si todo a nuestro alrededor está constantemente cambiando, ¿son las zonas de confort áreas psicológicas que nos convienen?.

Mientras la realidad cambia, nos empeñaos en mantener todo “bajo control”, llegando incluso a convertir nuestro día a día en sucesivos actos, rutinarios actos, cárceles” mentales y hasta físicas para seguir experimentando una seguridad que no es del todo segura.

En contraposición, encontramos una zona denominada: Zona de Expansión o Expansible,  que es una esta zona  donde se genera la mayor cantidad de desarrollo y oportunidades para la reflexión y el aprendizaje.

Es normal que en nuestro día a día tengamos la oportunidad de saltar desde nuestra zona de confort a la zona de pánico. Esto sucede ante eventos dramáticos: ser victima de un asalto, experimentar un accidente, etc.

Esta zona es un “infierno”. Y lo es porque carecemos de las técnicas de auto control para accionar de manera consciente en esta por lo que siempre nuestro comportamiento es de parálisis.



A través de actividades programadas, en el cual se tiene el control de la situación, se puede generar todo un proceso en el cual podemos aprender a salirnos conscientemente de nuestra zona de confort y así poder generar mecanismos internos ( mentales y espirituales) que nos harán un poco más seguros. Muchos de los temores que inducen a la formación de una zona de confort, son temores subjetivos.

Cuando vamos más allá de los límites de un individuo o grupo, estaremos abordando a la Zona de Pánico, zona en la cual se estima un aprendizaje muy limitado o nulo por la aparición de sus temores y ansiedades, y se disparan las alarmas interiores, zona en la que los mecanismos de defensa de cada individuo, se activan detonando una sobre-activación de su nivel de autoprotección.

La zona de pánico es una zona de estrés, la zona dominada por el instinto de supervivencia y no es guiada por la razón. Los psicólogos definen el estrés como “la percepción de desequilibrio entre la demanda y la capacidad de respuesta, bajo condiciones que se perciben como una amenaza”.  En el momento en que se ingresa a la ZP la capacidad de recuperación puede ser variable: lenta o rápida, dependiendo de cada individuo.

Estas 2 zonas (zona de confort, zona de expansión, y la zona de pánico) son muy personales y particulares en cada individuo. Cada individuo tiene su propio ritmo de aprendizaje, sus propios temores, sus limitaciones, sus fobias íntimas: temores a hacerse daño, a caerse, temor al ridículo, a la oscuridad, a perderse geográficamente.

Lamentablemente, en nuestros días, es más común mantener las prácticas (sea cual sea la corriente, disciplina o arte que se siga) dentro de una “conveniente “zona de confort en la que los participantes se sienten totalmente seguros y hasta realizados.

Cuando salimos de estas zonas, experimentamos una “muerte”, metafóricamente hablando, ya que abandonamos nuestras “recetas”, nuestros métodos y teorías “infalibles” para abordar una situación nueva, retadora, que nos obliga a ser creativos.

El resultado no puede ser otro que CRECIMIENTO, y es de esta manera como ante la “muerte “ experimentada sobreviene una renacer, una recreación como ser humano, con nuevos recursos, con más seguridad de poder actuar, con menos fobias, con menos temores subjetivos, con más capacidad de adaptación que es , a la final, lo que el vivir precisa.

Por esto, creo firmemente en la introducción de elementos  que nos den la posibilidad, dentro de la actividad que realicemos, de salirnos de las zonas de confort y así aprender más sobre nosotros mismos.

lunes, 14 de mayo de 2012



Un viejo ermitaño, se refugiaba en la montaña para dedicarse a meditar y hacer penitencia.
Un día una persona le preguntó: ¿Cómo puede tener tanto trabajo si vive en soledad?
Él contestó: “Tengo que entrenar a dos halcones y a dos águilas, tranquilizar a dos conejos, disciplinar una serpiente, motivar a un asno y domar a un león.
No veo ningún animal por aquí, ¿dónde están?
El ermitaño le dijo:

Estos animales que he dicho los llevamos todos dentro.
“Los dos halcones, se lanzan sobre todo lo que se les presenta, bueno y malo, tengo que entrenarlos para que se lancen sobre cosas buenas:
Son mis ojos

Las dos Aguilar con sus garras hieren y destrozan, tengo que entrenarlas para que se pongan al servicio y ayuden sin hacer daño:
Son mis manos

Los conejos quieren ir donde ellos quieran, quieren esquivar las situaciones difíciles, tengo que enseñarles a estar tranquilos aunque haya sufrimiento, problema o cualquier cosa que no me gusta:
Son mis pies

Lo más difícil es vigilar la serpiente, está encerrada en una fuerte jaula, pero ella siempre está lista para morder y envenenar a cualquiera que esté cerca, por ello tengo que disciplinarse:
Es mi lengua

El burro es obstinado, no quiere cumplir con su deber, siempre está cansado y se niega a llevar su carga cada día:
Es mi cuerpo

Por último necesito domar al león, quiere ser el rey, el primero , el vanidoso, el orgulloso, se cree el mejor:
Es mi EGO.
Como ve tengo demasiado trabajo por hacer.

Y tú tienes trabajo?