Hipsoconciencia (I) Movimiento
Existe una constante interacción entre movimientos, emociones y pensamiento. Esta relación nos permitirá tener un mejor manejo de nosotros mismos a través del control de los movimientos.
¿Qué se entiende por movimiento mecánico o reflejo?
Cuando sientes rabia: ¿contraes los músculos de la cara, aprietas las manos, emites alguna palabrota u otro movimiento brusco?
Frente al miedo: ¿se contrae tu cuerpo? ¿Sientes escalofríos? ¿Sudor?, etc.
Frente a la alegría: ¿te sonríes, y/o ríes a carcajada?
Cuando una idea angustiante no puedes sacarla de tu cabeza ¿Presentas movimientos de los dedos (manos y/o pies), o tartamudeas, o aparece un tic?
Existe una constante interacción entre movimientos, emociones y pensamiento. Esta relación nos permite ejercer dominio sobre nosotros mismos a través del control de los movimientos.
Los movimientos automáticos, que son la mayoría de los que hacemos diariamente, provocan, refuerzan y mantienen un bajo nivel consciente, causan fatiga general.
La técnica de educación motriz consiste en moverse calmada y deliberadamente, con plena conciencia del movimiento que se está ejecutando, como si fuera necesario pensar para poder moverse. Al reducir la velocidad de los movimientos se experimenta un estado de calma y tranquilidad, que es demostrativo del estado de equilibrio interno logrado.
El punto central de la técnica reside en un esfuerzo deliberado de perfección en el movimiento, tratando al mismo tiempo de efectuarlo en forma lenta y sentir como fluye el movimiento.
El trabajo manual consciente actúa como estabilizador y posee una insospechada capacidad de modificación cerebral, ya que, cada acto consciente crea nuevos circuitos cerebrales que rompen con lo mecánico adquirido del aprendizaje común.
El trabajo manual consciente actúa como estabilizador y posee una insospechada capacidad de modificación cerebral, ya que, cada acto consciente crea nuevos circuitos cerebrales que rompen con lo mecánico adquirido del aprendizaje común.
La técnica es específica cuando se emplea para la resolución momentánea de un conflicto determinado, también para vencer la fatiga, las rabietas, los estados de ánimo depresivo o eufórico, y tantos otros.
Ejercicio Nº 1 - Acto de caminar
Fijar la vista hacia delante y caminar más lento que de costumbre, con plena consciencia del movimiento que se está realizando, como si fuera necesario pensar para moverse.
Este ejercicio produce relajación, descanso y un estado de calma, al mismo tiempo que facilita la recuperación energética.
El desplazamiento voluntario en un espacio crea necesariamente un estado de autoconciencia, en el que existe una continua noción y conciencia de la propia identidad, es decir del Yo. Trata de no pensar en nada, tan solo sé consciente del movimiento de tu cuerpo. Duración 5 minutos.
La elevación del nivel de consciencia permite a la persona acercarse más a la realidad y a enfrentar las dificultades con poder y firmeza manteniendo el optimismo y la alegría por vivir, comprendiendo que todas las experiencias son utilizables para la superación espiritual , moral e intelectual , es decir, el desarrollo integral de si mismo.
Hipsoconciencia (II) Concentración.
Mejora de la concentración
Nuestros pensamientos influyen en forma extraordinaria sobre nuestros estados emotivos y nerviosos, ya que sus esquemas marcan la pauta de tensión nerviosa y nuestra condición anímica y mental.
Los pensamientos que cruzan por nuestra mente en forma habitual son verdaderas piedras angulares sobre las que construimos nuestra vida material y evocan un estado emocional equivalente a su intención y calidad.
Si vemos una escena de violencia en el cine, nuestros músculos tienden inconscientemente a imitar la acción que estamos viendo. Reproducimos inadvertidamente las tensiones musculares que observamos en otras personas. Debido a esto una persona toma los estados de tensión de todos los individuos con que alterna habitualmente.
Uno de los hábitos de nuestros pensamientos más perjudiciales es el que consiste en dejar vagar la imaginación, soñar despierto, o construir castillos en el aire. El persistir en esta costumbre lleva a la persona a alejarse gradualmente de la realidad, hasta el punto en que confunde lo real con lo imaginario.
Una de las características más importantes del pensamiento es la carencia de dominio volitivo sobre él. Pero, es susceptible de ser educado en cierto grado por nuestra voluntad.
Existe una íntima equivalencia entre la actividad imaginativa y los movimientos oculares. De esto se desprende que si logramos tranquilizar la imaginación se calmarán también los ojos, y si relajamos los ojos nuestra imaginación reducirá su actividad. Nuestros ojos son, por lo tanto, el instrumento de control que tenemos para dominar la imaginación.
La concentración mental se define como la capacidad de enfocar nuestra atención en una sola cosa, con exclusión de otras. Mientras más cosas que atender tenga el individuo en un momento dado, más dividido se encontrará su Yo.
La técnica para lograr la concentración de la mente gira indefectiblemente en torno a la adopción de una especial actividad emocional y volitiva, en que la persona asigna una importancia total, exclusiva y absorbente a la actividad, el objeto, o la idea en que se quiere concentrar. Es un proceso de indiferencia total hacia todo lo que no sea el objeto de interés.
Todo proceso de concentración es "una paciente fijación imaginativa" que se lleva a efecto en forma deliberada.
El único estado de descanso mental realmente efectivo es el que se lleva a cabo al lograr "dejar la mente en blanco" que es un estado de vacío mental donde se suspende temporalmente el flujo del pensamiento. El vacío mental es una "momentánea paralización del proceso del pensamiento", lograda voluntariamente.
Hipsoconciencia (III) Respiración
Existen múltiples maneras de elevar el nivel de consciencia, uno de ellos es a través de la respiración. Al respirar conscientemente se establece un estado psíquico totalmente diferente a cuando se respira en forma mecánica e involuntaria.
La respiración es el flujo de la vida orgánica. Es el único contacto ininterrumpido que mantenemos con la madre naturaleza, y que a manera de cordón umbilical nos suministra los elementos necesarios para nuestra manutención. La suspensión de este vínculo significa la muerte.
Nuestros estados anímicos e imaginativos se corresponden con nuestro particular modo de respirar. La persona que respira profundamente siempre tiene más energía psíquica y biológica. El que respira superficialmente es generalmente tímido y asténico.
La correcta respiración es una de las causas determinantes de una buena salud, de un sistema nervioso equilibrado, de un estado emocional sereno y de una mente alerta.
El proceso respiratorio es la única función vegetativa (involuntaria) que puede ser influenciada por nuestra voluntad. Es decir, al inspirar voluntariamente en forma profunda estamos imponiendo nuestra voluntad sobre el sistema vegetativo.
La educación y el dominio de la respiración permiten extender la influencia volitiva a reacciones emocionales y nerviosas que están fuera de nuestro control.
Existe interacción entre nuestra actividad mental y emocional y el proceso respiratorio. Al estar plácidos, nuestra respiración se torna más rítmica, suave y pausada; cuando estamos tensos, el flujo respiratorio es entrecortado, arrítmico y superficial; al recibir un impacto emocional tiende a paralizarse. Cuando estamos concentrados, respiramos suave e imperceptiblemente; al dejar vagar nuestra mente el proceso se hace irregular.
Sobre la línea, se debe adoptar ciertas condiciones, en el movimiento, en la respiración, en la manera de mirar para que sea posible estar sobre esta.
Todo un reto, pero nada que sea imposible o más difícil que cualquier ejercicio o tarea realizada habitualmente. Lo descrito en párrafos anteriores con respecto a la respiración, al movimiento y a la concentración se da, de manera armónica y sintética, cuando se usa la línea como medio para elevar el nivel de vigilia, para meditar dinámicamente.
La necesidad de encontrar el balance en nuestra vida es un hecho que no tiene un espacio temporal. Esta necesidad existe desde que el hombre es hombre y, han sido muchos los caminos seguidos para alcanzar este estadio de bienestar.
Sabemos de los diferentes tipos de meditación, de las diferentes terapias, de los diferentes métodos que han sido puestos a la disposición de las personas con el objetivo de alcanzar un balance que les permita ser más efectivos, menos entrópicos, más saludables y menos propensos a sufrir los embates del stress en una dinámica vivencial cada día más exigente, más convulsa, menos amigable.
De manera resumida, mientras se usa la línea para meditar, se debe estar ATENTO a :
· La respiración; adopte una respiración calmada, profunda. Practique una exhalación prolongada. Mientras más calmada sea su respiración la línea vibrará menos. La respiración es la llave que abre las puertas.
· A su cuerpo, relájese, trate de estar atento a cada parte de el, a cada músculo, a como se comporta su cuerpo ante la demanda de balance, a donde está acumulando tensión, a donde debe poner tensión. Relajado pero alerta .Esté atento al balance, concéntrese, fluya con la línea, no luche contra ella. Adáptese.
· A su mente, déjela fluir, déjela vaciarse, permítase llegar a ese estado de vacío, manténgase en el presente en su totalidad. Deje que su concentración se incremente, que se prolongue para así entrar en meditación. Si su respiración es la correcta su mente estará más calmada.
· Las Dos formas de mirar. La primera es fijar la mirada al final de la línea o fijarla en un punto la frente de nosotros (aprovechando el árbol donde se ancla la línea). La segunda es la mirada paralela, no fijar la mirada en nada sino ampliar el ángulo visual, mirar todo lo que se tenga delante en un ángulo de 180°.
Lo más interesante de llevar la meditación, el mindfulness a la línea es que sobre la línea no existen términos medios. Si ud suele caminar meditativamente en el parque, es posible que algún sonido lo saque de esta meditación. Luego, retomar su práctica es, relativamente, sencillo pero tal vez, esa interrupción no sea asimilada adecuadamente y, en este sentido, es posible que Ud. no aprenda la técnica para evitar la identificación de manera volitiva, esto es atender a lo que Ud decida atender.
Si Ud. tiene un segundo de distracción en la línea, Ud. cae. Simplemente así de inductiva es esta práctica. Y no será la línea lo que origine la caída, será Ud. si falta de atención a los aspectos anteriormente descritos.
Ciertamente, una vez ud domina lo básico sobre la línea, cada práctica de meditación dinámica que realice le ira profundizando los efectos de calma, control, concentración, a la vez que su cuerpo se tonifica de manera significativa. En esto no existe una regla, por ejemplo: en mis momentos mas inspirados, he llegado a permanecer sobre la línea, fluyendo, caminando, con un reducido pensar, con una relajación profunda y con una atención incrementada durante 1 hora.
No hay dos opciones en esta práctica: o ud. medita sobre la línea o no lo hace. O ud. vacía su mente de todas las perturbaciones o la línea, simplemente, lo eyectará como un resorte.
No hay en esto, un promesa de que tal vez funcione, FUNCIONA, para mi, para los que han experimentado esta práctica.
Como últimos aspectos, puedo asegurarles que esta meditación es divertida y retadora, es intensa pero, todo tiene un pero, no acepta egos hipertrofiados, ni prejuicios. Es decir, los principales elementos que evitan esta práctica son: creerse más de lo que se es y tener prejuicios (demasiado viejo, es un acto de circo, que dirán los demás, etc. etc. etc.).
Nos vemos sobre la línea
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